La heroína y las anfetaminas son drogas y, lógicamente, muy adictivas, y han destruido muchas vidas. Pero la protagonista de esta historia, Dejah Hall, decidió que las drogas no iban a ser su final.
Después de una vida tomando pastillas, heroína y otras drogas, ocurrió algo que le hizo parar.
Cuatro años después, cuando tenía 26 años, realizó la transformación más impresionante que he visto.
Dejah Hall tenía sólo 17 años cuando comenzó a tomar medicinas por prescripción médica. La razón es que tenía un hogar difícil, así que cuando un amigo le ofreció otro tipo de pastillas en una fiesta, fue fácil para la joven Dejah Hall dejarse llevar.
Después todo fue muy rápido. Dejah comenzó a tomar pastillas recetadas a diario durante varios años. Cuando tenía 20 años quiso dejarlo y comenzó a visitar clínicas para personas dependientes de metadona, pero cuando una personas cerca murió, Dejah comenzó a perderse algunas reuniones en la clínica, y acabó no pudiendo no volver al grupo. Entonces decidió tomar las riendas de la situación.
Dejah dejó las pastillas, pero los síntomas de abstinencia le afectaron mucho, sufría vómitos y temblores que le hacían sentir fatal, cuenta Dailymail. Se suponía que la vida iba a ser mejor, pero en lugar de eso había empeorado. Un amigo le ofreció heroína para que dejase de sentirse mal. El resultado fue que se convirtió en adicta rápidamente.
– No podía parar. Todo lo que quería era anestesiarme. Estaba tan desesperada que nada más importaba. Sólo quería estar colocada todo el tiempo, cuenta Dejah.
Después de la heroína llegaron las metanfetaminas a su vida, y comenzó a rodearse de otros adictos.
– Yo era un monstruo en todos los sentidos. Nada me importaba. No tenía a nadie, ni un familiar con el que poder contar, dice la joven.
2012 fue un año horrible. Dejah pesaba apenas 43 kilos y la muerte parecía esperar cerca, hasta que un encuentro cambió su vida para siempre.
Dejah fue a visitar a su abuelo, que estaba en silla de ruedas. El amor de su abuelo le abrió los ojos. Dejah se dio cuenta de que no quería ser más la persona que era, pero había consumido ya tanto que las cosas habían llegado demasiado lejos.
Sólo unas horas después de haber visitado a su abuelo, Dejah fue arrestada y condenada a prisión por posesión de drogas.
Allí y en ese momento fue cuando llegó el verdadero giro de su vida.
– Ya tenía posibilidad aún de tomar drogas en la cárcel, pero yo ya había terminado con eso de una vez.
Hoy Dejah tiene 26 años y lleva 4 años libre de drogas. No sólo eso, ha sido objeto de una transformación increíble, ahora es también la orgullosa mamá de una pequeña preciosa.
Nunca es tarde para hacer un cambio en la vida, por deseperada que parezca la situación. Comparte para inspirar a otras personas.
