Esta gata se niega a dejar la barriga de su dueña. Fíjate en su reacción al descubrir por qué.

Liel Ainmar Assayag adoptó una gata de un refugio de animales y la llamó Panda. La gata se encariñó inmediatamente con su nueva dueña y comenzó a seguirla a todas partes. Había una parte del cuerpo de Liels con la que se encariñó especialmente, su barriga.

El lugar favorito de Panda para descansar era la barriga de su dueña. Pero ésta fue creciendo y pronto se hizo tan grande que Panda no tuvo más remedido que tumbarse a su lado.

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Era como si Panda esperase algo que había en el interior de la barriga.

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Desde que Liel se quedó embarazada Panda ha sido especialmente cariñosa y tierna con ella. Panda parecía haber sentido que había algo ahí dentro que necesitaba su amor.

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Después de nueve meses llegó por fin el esperado hijo de Liels, Sean.

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Panda parecía estar un poco sorprendida al principio, pero olió al bebé y lo entendió todo. Esto era lo que había estado esperando durante todo ese tiempo.

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Hoy Sean y Panda son los mejores amigos, y Liel es una orgullosa madre de los dos. A Panda le encanta aún dormir con Sean en el regazo de Liel, como hacía antes. Por la noche no puede dormir en su cama pero se queda muy cerca de su nuevo amigo, tumbado en el suelo al lado de su cuna.

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Quizá es pronto para que Sean lo entienda, pero ha conseguido un amigo para todo la vida.

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