Los perros son muy in intuitivos y como un miembro más de la familia se preocupan del bienestar de todos sus integrantes. Están dispuestos a hacer todo para ayudarle y prueba de ello es la historia del pequeño Duke.
Duke es un perro muy inteligente que una noche empezó a comportarse de forma muy poco usual. Sus dueños se disponían a ir a dormir cuando empezó a ladrar de una forma insoportable cerca de la cuna del bebé.
Ellos temían que Duke despertara a su hija con sus ladridos, pero cuando se acercaron a la cuna se encontraron con el peor escenario imaginable.
Cuando se aceraron a donde estaba el perro y la bebita se dieron cuenta de que ésta no respiraba. Llamaron rápidamente a la ambulancia y por suerte los médicos pudieron reanimarla y el bebé sobrevivió.
Hoy toda la familia está tremendamente agradecida con este perro que sin duda se ha ganado a pulso su lugar en esta familia y que merece por título propio todos los mimos del mundo.
Cada vez que miren a su hija sabrán que sigue viva gracias a la intervención de este inteligente can.
Por favor, comparte su historia para demostrar que nuestras mascotas no son sólo una mera compañía sino parte de la familia, no solo por lo que puden hacer por ella sino por todo el amor incondicional que demuestran cada día.
