A mi me molesta mucho cuando la gente no respeta a las otras personas, y me molesta aún más cuando la gente no respeta a personas con diferentes discapacidades. Cuando yo leí esta historia la primera vez me puse más y más brava. Pero cuando llegué al fin todo cambió. Yo no se si esta historia ha ocurrido en la vida real, pero de todas maneras se sintió muy bien escuchar la frase que le dijo la cajera a esa mujer tan horrible. Esto también nos hace recordar la importancia de defender a las personas en nuestros alrededores. Todas las personas se merecen ser tratadas con respeto y eso lo muestra esta historia muy bien.
Yo estaba comprando en la tienda al lado de mi casa y acababa de llegar a la caja. Ahí trabaja la cajera y un chico discapacitado. El empaca las cosas que uno compra.
Cuando mis cosas llegaron por la banda el chico me preguntó: “¿Quieres esta bolsa?”
De una vez vi que la bolsa tenía un hueco., así que le pedí que me diera otra bolsa. Entonces de repente escuché suspirar a la mujer que estaba detrás mio y dijo: “¡Pero por favor, se pueden apurar!”.
Yo: ”No hay prisa, yo acabo de pagar y el está trabajando bien.”.
La mujer: ”¿Ajá, así que tu eres igual de lento que él? Yo estoy cansada de toda la gente con “necesidades lentas.Tiene que dejar de estorbarnos a las personas normales!”
El chico que empacaba las cosas se veía ofendido y respondió: “Señora, ella no es estúpida. Ella va a la universidad (al mismo tiempo señaló mis pantalones que tenían una marca de la universidad, ella es muy inteligente.”
Yo: “¡Y él es el mejor empacador de todo este sitio! Él es muy cuidadoso, algo que es bueno cuando uno traba con productos de comida.”
El chico ahora había empacado mis cosas y me las dio mientras que yo empecé a irme hacia la salida y ahí escuché la voz de la señora otra vez.
La mujer: “Pero por Dios, él no te va a llevar las cosas al carro? ¡Por Dios, quiero hablar con el responsable esta tienda!”
Yo: ”No hay problema, so siempre me voy caminando a la casa. No hay necesidad de llamar a ningún jefe, él muchas veces se ha ofrecido a llevarme las cosas al carro pero yo le he explicado que no se necesita.”
El chico que empacaba me gritó: “Qué tengas un lindo día”.
La mujer: ”Idiota.”
La cajera, que había estado callada todo el tiempo, miró a la mujer brava y le dijo tranquila:
”Tú estás negada a comprar aquí debido a tú discriminación contra uno de nuestros queridos empleados y contra una de nuestras clientes. Puedes dejar tus cosas aquí. Por favor sal de la tienda.”
Pero desafortunadamente la mujer se negó a dejar la tienda e hizo un gran escándalo cuando se puso a gritar y protestar. El chico que empacaba los productos me llevó a mi y a otra cliente a una esquina de la tienda donde tranquilamente podíamos esperar que llegará la policía y que sacará al la señora.
Antes que me fuera el chico se veía preocupado y me preguntó: “Nos vemos otra vez la próxima semana…?”.
Yo: ”Sin duda.”
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