La respuesta de la esposa cuando el marido la deja por una mujer menor es genial.

Me parece que esta historia es genial. Se trata sobre una mujer cuyo marido la deja por su secretaria después de 37 años de matrimonio. El esposo quiere estar con su secretaria, que es mucho menor y se van a vivir a la casa donde él vivía con su exesposa. Pero ya vamos a ver que su esposa no va dejar que esto se quede así fácilmente. Yo creo que esta historia no ha ocurrido en la vida real, pero es tan buena y astuta que la quiero compartir con ustedes.  

Después de haber estado casados por 37 años Daniel de repente dejó a su esposa María. Él la dejó por su secretaria, con quien había tenido un romance en secreto.

Su nueva novia exigía que ella y Daniel vivieran en la casa grande donde Daniel antes había vivido con su esposa. Gracias a sus abogados Daniel arregló la cosas para que él tuviera derecho a la casa después del divorcio. Le dijo a su exesposa María que se fuera de la casa en tres días.

Durante el primer día ella empacó sus cosas en cajas.

El segundo día llamó a unas personas que la ayudaron a llevar todas sus cosas a su nuevo hogar.

El tercer día se sentó por última vez en el lindo salón de la casa, prendió velas y puso música tranquila. Luego disfrutó de medio kilo de camarones, caviar y una botella de vino blanco.

Cuando terminó de comer entró a cada cuarto y metió cascaras de camarones detrás de las barras donde estaban colgadas las cortinas. Luego arregló la cocina y dejó la casa donde había vivido los últimos 37 años por última vez.

Cuando Daniel llegó a la casa con su novia nueva todo estaba bien los primeros días.

Pero lentamente un horrible hedor empezó a extenderse por la casa. Trataron de hacer de todo: limpiaron, trapearon y abrieron las ventanas para tratar de sacar el hedor. Revisaron las ventilaciones para ver que no hubiera un ratón muerto y lavaron todas las alfombras de la casa. También instalaron limpiadores de aire por todos lados.

Una empresa que trabaja para eliminar insectos y plagas revisó la casa pero no pudieron encontrar nada.

Después de un tiempo, los amigos de la pareja dejaron de visitarlos. Trabajadores se negaban a ir a la casa y la empleada dimitió.

Al final no soportaban el hedor, así que decidieron irse de la casa. Pasó un mes y aunque bajaron el precio de la casa en un 50 % no podían encontrar a nadie que quisiera comprar la casa podrida. El rumor de que la casa olía horrible se fue extendiendo y hasta los corredores de fincas se negaban a contestar cuando la pareja los llamaba. Tuvieron que pedir prestado más dinero para poder comprar otra casa.

Después de un tiempo, la ex-esposa María llamó para ver cómo iba todo. Daniel le contó sobre la casa podrida. Ella lo escuchó amablemente y luego dijo que le hacía mucha falta su casa y que hasta se planteaba comprarla.

Como Daniel sabía que la esposa no tenía ni idea del horrible olor él le vendió la casa por una décima parte de lo que la casa había valido, pero sólo si ella podía firmar los papeles ese mismo día. Ella aceptó inmediatamente.

Una semana después, Daniel y su novia sonreían mientras los muchachos sacaban sus cajas de la casa. Ahora se iban a ir a su nuevo hogar y estaban felices de dejar la casa podrida. Daniel también estaba feliz de haber engañado a su exesposa para que comprara esa casa que ella nunca iba a soportar.

Lo último que los muchachos sacaron fueron las barras de las cortinas.

¡Por favor comparte esta historia si también te pareció que la mujer fue muy astuta!