El fotógrafo Joshua Gold visitó el hospital Leonard Hospital para tomar un poco de fotos. Él pensó que estaba completamente solo. Pero de repente escuchó un ruido y entendió que había alguien más en el edificio.
Él escuchó un grito del tercer piso, casi como si fuera un fantasma. Pero Joshua rápidamente entendió que no se trataba de ningún fantasma, se trataba de un animal que necesitaba ayuda.
Así se veía dentro del hospital abandonado.
Esto no es para nada un ambiente para los animales.
Joshua siguió los gritos y llegó a un espacio detrás una pared. Se paró en una silla y trató de ver lo que había ahí adentro. Pero él no alcanzaba y tuvo que filmar con su celular para poder ver bien, pero aún no podía ver nada. Al fin se rindió y fue a Walmart a comprar unas escaleras.
Cuando regreso al hospital ya estaba tarde. Tenía que actuar rápidamente. Ahí había un gatito que no tenía más de cuatro semanas.
Ahora que sabía cómo se veía por dentro él fotógrafo decidió hacer un hueco en la pared.
El gatito era muy pequeño y estaba desesperado, el fotógrafo no lo podía dejar ahí. La mamá del gatito no se veía por ningún lado. Cuando Joshua miró por el hueco vio la carita más tierna del mundo.
El gato estaba muerto de miedo y utilizó sus últimas fuerzas para maullarle a Joshua y a su linterna.
Joshua tomó el gatito y se lo llevó a su auto y le dio un poco de comida.
Cuando llegaron a la casa Joshua le dio aún más comida.
Le puso el nombre Leonard.
Leonard por fin estaba seguro. Con un poco de comida y con cantidades de amor el gatito se puso más fuerte y más contento.
Aquí abajo puedes ver un vídeo del rescate.
¡Buena suerte pequeño Leonard!
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