Tras 35 años de abusos esta elefanta consigue ser milagrosamente liberada y encontrar la verdadera amistad.

Los elefantes son unos animales nobles y muy inteligentes, que lamentablemente viven hoy amenazados por la mano y la actividad del hombre. Nam Phom fue arrancada de los brazos de su madre nada más nacer y durante toda su vida se la pasó trabajando transportando turistas a diario en Tailandia. En 2004 la rescató Wildlife Friends Foundation Thailand (WFFT). Sin embargo, su felicidad fue efímera. En 2010 sus exdueños consiguieron recuperarla y volvió a ser esclavizada. Tras años de arduas negociaciones, Nam Phom, que hoy tiene ya 55 años, logró regresar al santuario en marzo de 2016. Ahí conoció a Jele, una elefanta de unos 60 años que pronto se convertiría en alguien muy importante en su vida.

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Cuando el personal del santuario conoció a Nam Phon, su espíritu estaba totalmente destrozado tras años de maltrato y esclavitud en la industria turística.

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La elefanta gozó de libertad durante unos años antes de volver a ser esclavizada, cuando sus exdueños recuperaron su custodia en 2010.

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WFFT se pasó seis años tratando de recuperar la libertad de Nam Phon. Hasta que en marzo de este año volvió a entrar en el santuario.

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Ahí en seguida la reconocieron sus amigos, los elefantes Khan Kluey y Somboon, pero también una elefanta nueva en el lugar, Jele.

WFFT encontró a Jele, de 60 años, atada a un árbol en medio de la nada. Sus exdueños al parecer la habían abandonado a su suerte una vez que dejó de ser necesaria tras una vida trabajando como elefante de trekking.

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Por suerte, WFFT la rescató y la cuidó. Tras los cuidados que le ofrecieron, Jele empezó a mostrar su verdadera personalidad; vivaz y confiada.

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Cuando Nam Phon y Jele se conocieron fue amor a primera vista.

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Sus personalidades combinan a la perfección, siendo Jele más vivaracha y Nam Phon más calmada y relajada. Se pasan el día haciéndose mimos y enroscando sus trompas en signo de cariño amistad.

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Esperamos que estas dos elefantas puedan dejar atrás una vida de sufrimiento y maltrato, y disfrutar de aquí en adelante de la gran amistad que nació tras su liberación

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