A muchas personas nos parece muy obvio que todas las personas tienen el mismo valor, sean hombres o mujeres. Lamentable no es así para todos y hay países en los tiene muchísima importancia el sexo del bebé que nace.
En China, las hijas no son tan deseadas como los hijos ya que varón tendrá más posibilidades de conseguir un trabajo y además mejor remunerado.
En el año 1980, China aprobó la política de un solo hijo, lo que dio lugar a muchos abortos cuando lo que venía en camino era una niña y se produjeron muchos abandonos de muchas niñas. Muchas parejas, durante esos años, decidieron dejar a sus hijas en orfanatos.
Pero por duro que suene abandonar a un hijo, algunos padres optaron por opciones incluso más crueles, como abandonarlas en el bosque o las dejarlas en la calle en una caja de cartón.Y en el peor de los casos mataban a sus hijas.
Sin embargo hubo personas que no aceptaron esta situación y reaccionaron ante ello. Una de ellas fue Yu Shangzhong. Su historia es increíble.
Según News Asia hace 35 años Yu Shangzhong y su mujer adoptaron a su primera hija, cuando Yu Shangzhong tenía 40 años.
Cuatro años más tarde Yu Shangzhong se encontró una niña en la calle. La bebé estaba en una caja de cartón y Yu no tuvo el valor de dejarla allí abandonada, por lo que decidió llevársela a casa.
Yu y su mujer decidieron también adoptar a esta niña. Al año siguiente la pareja adoptó a 12 niñas más.
A sus dos hijas menores las encontró en una caja de zapatos en 1998. Las niñas habían nacido con una semana de diferencia.
La vida no era fácil para Yu y su mujer, que vivían en Wenzhou, la provincia china de Chekiang.
Yu era el único que contribuía con la economía familiar y se mantenían con un trabajo temporal. Era muy difícil conseguir todos los días comida para alimentar a sus hijas.
“Había días realmente complicados. Cuando yo era niña mi madre me llevaba en un fardo atado a la espalda mientras ella recogía basura y latas. A veces yo tenía que mendigar. A veces desconocidos nos daban comida, dinero y ropas viejas” relata la hija mayor de Yu Caisong para el South China Morning Post.
Una difícil decisión
Debido a las duras condiciones, Yu y su esposa tuvieron que tomar la difícil decisión de buscar a otra pareja que pudiera adoptar a sus hijas mayores, ya que ellos se iban haciendo mayores.
Querían ofrecer a sus hijas una mejor vida. De hecho cuatro de sus hijas estudian hoy en día en la universidad con becas ofrecidas por las instituciones públicas.
Cinco hijas viven todavía en casa con Yu y su mujer.
En la pared del comedor en casa de Yu hay colgado un cuadro con bordados chinos hechos por una nieta. Los símbolos chinos que se pueden leer significan “una familia feliz florecerá siempre”.
A pesar de todo lo que han pasado, la familia quiere ser positiva y ver la luz en el futuro.
Todas sus hijas se han unido y para expresar su gratitud le han comprado un anillo de oro a Yu en su 70 cumpleaños.
