La anorexia la dejó en 30 kilos – 7 años después una inesperada terapia la transforma radicalmente

Todos lo sabemos, caer en la anorexia no es tan difícil. Las presiones sociales y de los medios de comunicación nos mandan mensajes constantes de cómo debemos ser. Quieren que seamos perfectos, ni un kilo de menos ni por supuesto de más. 

Es habitual que muchos adolescentes caigan en la tentación de reducir las comidas para evitar el sobrepeso tan criticado, incluso por los propios compañeros de clase, que es lo que más duele. Y son muchos, sobre todo chicas, los que caen poco a poco en las trampas de la anorexia. 

Fiona fue una de sus víctimas. Lo que ni ella misma sabía entonces era que iba luchar, literalmente, para librarse de ella. Su sorprendente recuperación es toda una esperanza. Sus fotos lo dicen todo. 

Fiona Chrystall era una adolescente del Ruino Unido que quería cuidar su figura, como muchas otras en todo el mundo. Nada de extraño en esto, cuidarse está bien. Pero para Fiona (o Fee, como la llaman sus amigos) se convirtió en una obsesión. 

Desayunaba unas galletas de cereales, y no volvía a comer hasta 8 horas después. Esta segunda comida exactamente igual que la primera. Y eso en los mejores días. «Había días», cuenta Fiona, «en los que no comía ni bebía nada en todo el día».  

Fiona1
Fuente

Se pasó parte de su adolescencia viviendo este calvario en el que uno se siente, además, incomprendido. Su familia y amigos sufrían, creían que la iban a perder. Fiona estaba literalmente en los huesos. Mide 1’60 y no pesaba más de 30 kilos. La familia la llevaba al hospital constantemente y hasta en 7 ocasiones tuvieron que forzarla a alimentarse con un tubo que iba de su nariz a su estómago. 

Fiona2
Fuente

A los 18 años los médicos le dijeron a su madre que se preparase para lo peor, que era un caso perdido, 

«Había sufrido anorexia durante tanto tiempo y estaba tan avanzada que probablemente sería siempre una anoréxica crónica. En ese momento me contentaba con cualquier cosa, no tenía ganas de mejorar. Pero sé que a las niñas a las que se les ha dicho lo mismo tratan de hacer hasta lo imposible. En ningún momento la recuperación es irrealizable. Es posible y es maravillosa».

Y Fiona decidió luchar, literalmente luchar. Comenzó a practica artes marciales como aficionada y quiere ahora convertirse en profesional. 

«Llegué a la lucha casi por casualidad. Fui a una clase cuando estaba en la universidad y vi que esto era lo mío», cuenta Fiona. 

Ella es muy consciente de que su batalla contra la anorexia es posible que nunca acabe, pero va ganando combates día a día. Y las artes marciales son un entrenamiento saludable que le aporta dosis de positividad y fuerza. Y el resultado y el cambio 7 años después son espectaculares. 

Fiona
Fuente

«Ahora me enfoco en ser fuerte, estar en forma y saludable, en lugar de parecer un esqueleto. Todavía tengo estos pensamientos, pero ahora puedo luchar contra ellos», cuenta la joven, que hoy luce así de saludable. 

fiona4
Fuente

Pero llegar a ese momento no fue fácil. Le llevó años comprender la complejidad de su probelma, y cuando tenía 18 decidió que tenía que hacer algo. 

«De repente me dije que no podía hacer esto a mí misma y a mi familia», cuenta Fiona, quien también relata que el proceso fue muy lento y que sólo con comenzar a comer más no vas a mejorar, hay factores físicos, pero también mentales y emocionales que son muy difíciles de entender para quien no los ha sufrido. 

Pero ahora Fiona está en un buen lugar, se cuida, lucha y está sana. Su cambio es muy inspirador por eso ha querido compartiro en Instagrma como parte del programa Beat, una iniciatva de lucha contra la anorexia en el Reino Unido. 

fiona5
Fuente

Fiona es toda una luchadora, en todos los sentidos.

Fiona6
Fuente

Creo que es importante dar a conocer estos casos para que se conozca y se tome en serio esta enfermedad y para que sirva de inspiración. Hay salida, hay esperanza. Compártelo para que todos lo sepan.