Parece un hombre sólo en el parque. Pero cuando descubrí por qué estaba ahí… ¡Casi rompo a llorar.

Esta es una de esas historias de amor que te tocan el alma, porque se trata de esos vínculos de vida tan fuertes, que sobreviven más allá de la vida o la muerte. Bud perdió a su esposa, Betty Caldwell, hace dos años, y tras su muerte le dedicó un banco en el parque. Cada día, acude al lugar a hablar con ella y a ofrecerle una margarita y un centavo. La idea le vino tras escuchar las canciones “Día de la margarita” y “Centavos caídos del cielo”, que ambos disfrutaron durante sus 56 años de matrimonio. Pero un día no pudo seguir con su rutina...

Las fuertes nevadas taponaron el camino y se le hizo muy difícil seguir visitando a su esposa.

Por suerte llegaron unos ángeles que tuvieron con él un gesto hermoso… Tal y como podrás ver en este video.

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