Mendigo se acerca a joven y le pide dinero – 2 minutos después ella se queda muda

Solemos mirar a las personas sin techo como si fueran gente sin rostro viviendo en la calle. 

Pero nada podría estar más alejado de la verdad. Las personas sin hogar son gente con pensamientos, sentimientos y sueños.

Algunas veces, la gente que tiene menos termina siendo la que da más, algo que esta chica de 24 años llamada Caroline Santana pudo experimentar en carne propia.

Fuente: © Facebook/CarolineSantana

Caroline Santana vive en São Paulo, en Brasil.

Una noche, estaba a punto de tomar el autobús a casa. Pero cuando empezó a buscar en su bolso se dio cuenta de que su ticket de autobús no estaba y de que no tenía dinero para su ticket.

Fue entonces cuando un hombre se le acercó. Obviamente era un hombre sin hogar y le pidió algo de dinero.

«Así que le dije: ‘¿Puedes esperar un minuto?’ Creo que he perdido mi pase de autobús», escribió Caroline Santana en Facebook.

Fuente: © Wikipeda Commons

Caroline nunca habría imaginado la respuesta del hombre. 

«¿Cuánto necesitas para el ticket?», preguntó el sin techo. «Tan solo tengo 4 reales (USD$ 0,63), pero puedo dártelos».

Caroline quedó conmovida, pero rechazó el dinero.

Fuente: © Facebook/CarolineSantana

«¿Estás segura?» Puedo darte el dinero. No puedo dejarte caminar, puedo ayudarte», dijo. 

Entonces Caroline miró de nuevo en su bolsó y encontró su ticket.

Dio las gracias al hombre por su amabilidad y gesto desinteresado. Entones empezó a caminar hacia su parada de autobús.

Pero tras unos segundos se giró. Quería tomarse una foto junto al hombre y colgarla en Facebook, para que todos pudieran saber que ese hombre tenía un corazón enorme.

«Escribe que mi nombre es Cesar. ¡Ese es mi nombre!, pidió el hombre.

Fuente: © Facebook/CarolineSantana

Caroline también encontró 2 reales brasileños en su bolso y se los dio antes de irse. 

Luego escribió en Facebook un post sobre el encuentro, que desde mayo de 2016 ha recibido 650.000 «me gusta» y fue compartido más de 120.000 veces.

«¿fue un simple gesto? ¡SÍ! Pero hay una lección. Este caballero, que tiene tan poco, quien necesita a los demás para sobrevivir, estaba dispuesto a darme todo lo que tenía aquella noche para que yo no tuviera que ir a casa andando. Estoy segura de que siempre es condenado por otros por su apariencia – mucha gente debe pensar que es malo y que podría ser un ladrón. Pero no, tiene un gran corazón». 

«Esta historia es una lección de caracter, humildad, sabiduría y amor! Nunca juzguen a nadie por su apariencia. ¡Dios escribe recto con renglones torcidos!»

Realmente creo que todo el mundo que lea esto quedará inspirado por este hombre sin techo.

Nadie puede hacerlo todo. Pero todos pueden hacer algo. Y juntos podemos hacer incluso más. ¡Comparte esta historia en Facebook si estás de acuerdo!