Dashrath Manjhi pasó casi toda su vida en un pueblo pequeño en la India.
Él y su esposa Falguni no tenían muchas pertenencias pero se amaban y eran felices.
Un día Falguni se hirió gravemente, tenía que ir al hospital urgentemente.
Dashrath y su esposa dejaron el pueblo y fueron caminando a la ciudad más cercana, que quedaba a una distancia de 50 kilómetros.
La pareja caminó lo más rápido que podía, pero el camino no era muy recto, además tuvieron que dar una vuelta muy larga para rodear una montaña antes de poder llegar al hospital.
Lamentablemente, Falguni no sobrevivió el viaje y para Dashrath la pérdida fue devastadora.
No tenía idea de cómo poder seguir adelante en la vida con ese dolor y tristeza que sentía en el corazón.
Pero en el medio de la tristeza y la decepción tuvo un plan, pasó los siguientes días buscando las herramientas que iba a necesitar.
Dashrath no pensaba dejar que le pasara lo mismo a otra persona de su pueblo.
Pero las probabilidades de lograr realizar su plan eran muy muy pequeñas.
Después de la muerte de la esposa, comenzó a excavar para quitar la parte de la montaña que había impedido que su esposa llegara al hospital, lo hizo poco a poco – piedra por piedra.
Aunque su proyecto parecía ser de dimensiones enormes e imposible de realizar, el plan de Dashrath era bastante simple, iba a construir una vía cruzando la montaña.
En la imagen el hijo de Dashrath muestra las herramientas que su padre utilizaba.
Día tras día, usó la tristeza profunda como combustible para excavar el camino por la montaña.
La idea de dar un futuro mejor a sus amigos en el pueblo le hizo levantarse temprano cada mañana para trabajar.
Cada día durante 22 años se levantó en la madrugada desapareció por el bosque hacia la montaña y cada noche regresó al pueblo agotado.
Se volvió prácticamente un ritual para Dashrath – hasta el día de su muerte.
Las personas en el pueblo se enteraron del resultado primero cuando Dashrath falleció en 2007, a la edad de 73 años.
Pero en este tiempo, Dashrath había logrado hacer un pasaje por la montaña usando solamente sus manos, un martillo y un cincel.
El nuevo camino medía unos 7 metros de altura, 10 metros de ancho y 110 metros de largo.
Mucha gente se había burlado de Dashraht por ir a la montaña cada día a pesar del tiempo que hacía.
Lo veían como un solitario que se había vuelto loco por la pérdida de su esposa.
Pero 22 años después de haber iniciado el proyecto, las personas del pueblo al final comprendieron a qué se había dedicado Dashrath.
El logro fantástico de Dashrath cambió la vida radicalmente para todo el mundo en el pueblo, pero también para mucha gente de otros pueblos cercanos.
El viaje a la ciudad más cercana que se llama Gaya solía ser de 55 kilómetros, pero gracias Dashrath el camino fue acortado a 15 kilómetros.
Las personas habían estado prácticamente aislados del mundo exterior, ahora tuvieron acceso a médicos, escuelas, mercados y fábricas, a apenas unas horas de distancia.
La vida mejoró rápidamente para el pueblo de Dashraht – Gehlaur, ya no tenían que rodear la montaña para llegar a la ciudad, significaba nuevas oportunidades, tanto para los jóvenes como para los mayores.
Más jóvenes pudieron ir al colegio y trabajar en la ciudad de Gaya.
Dashrath era una vez considerado un loco, pero ahora la gente lo recuerda como un héroe.
Por lo menos tuvo un funeral de honor por parte de las autoridades de la provincia de Bihar, pero Dashrath mismo nunca tuvo el reconocimiento que merecía durante su vida.
”Dashrath murió como un hombre frustrado y mucha gente nunca se enteró de su gran obra, pero ahora las personas lo recuerdan por su dedicación y ha llegado a inspirar a muchos”, dice un ciudadano de su pueblo.
¡El amor de Dashrath por su esposa y la tristeza por su muerte le llenó de fuerzas para literalmente mover una montaña!
Su dedicación dio nueva esperanza a los ciudadanos del pueblo y cambió la vida de muchas personas.
Lamentablemente, no todos se dieron cuenta de su obra impresionante antes de ser demasiado tarde, pero juntos podemos difundir la historia de Dashrat para que más personas puedan apreciar su trabajo.
¡QDashrath lo merece!
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