Extraño dice a una madre que debería haber abortado – pero su "pequeña Hulk" desafía todos los pronósticos

Cuando la futura mamá Joni Gatlin fue a hacerse un ultrasonido en su semana 15 de embarazo, los médicos descubrieron algo inusual en la pantalla. Pero nada podía preparar a esta mujer para lo que le esperaba.

Cuando fiinalmente nació su hija Madison, las cosas salieron muy distintas a lo que había imaginado. De la cintura para arriba la niña parecía extremadamente musculada.

Tras meses de pruebas, los médicos diagnosticaron a Madison con una enfermedad extremadamente rara conocida como síndrome de Clove.

La enfermedad es causada por una mutación genética y se caracteriza por un agrandamiento de los tejidos óseos y blandos, así como del líquido linfático, usualmente debajo de los brazos y el pecho.

Los médicos no pensaban que Madison sobreviviría mucho tiempo, pero esta pequeña está desafiando todos los pronósticos y demostró a los escépticos que no iba a darse por vencida.


Cuando Joni Gatlin esperaba un hijo todo parecía ir con normalidad. pero en los primeros ultrasonidos los médicos vieron algo sospechoso.

Nadie sabía a ciencia cierta lo que pasaba, tan sólo se veía un líquido anormal en el feto.

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Sin embargo, al nacer se supo algo que sorprendió tanto a Joni como a los médicos. 

Su hija, Madison, no se parecía a la mayoría de niños, parecía una chica extremadamente musculosa, como una fisioculturista.

Más tarde los médicos descubrieron que sufría el síndrome de Clove.

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El síndrome de Clove puede manifestarse de varias formas que van desde tumores en tejidos blandos a malformaciones vasculares que afectan a la columna vertebral y a los órganos internos. 

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En un primer momento, Madison no podía moverse en absoluto, pero después de seis semanas podía moverse completamente. 
Sin embargo, los médicos dudaban de que sobreviviera y su madre Joni se preparó para lo peor.
Tampoco ayudó que un desconocido se acercara a la madre y le dijera que ella «debía haber tenido un aborto».
 
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Pero a pesar de los prejuicios de la gente y todas las adversidades, la familia trató de hacer lo mejor para ella. 
Madison, que es una verdadera luchadora, ya tiene 18 meses. Ella progresa día a día y sus padres hacen todo lo posible para que la enfermedad no la limite demasiado.
«La llamamos ‘pequeña Hulk'», cuenta su mamá.

El brazo derecho de Madison pesa poco más de 2 kilos y continuará creciendo, dependiendo de cuánto tiempo pase y de cuánto pese en el futuro.

La familia no tiene problema en hablar sobre la enfermedad de su hija. Esperan que esto pueda ayudar a generar conciencia y a demostrar que no todos los niños fueron creados de la misma forma.

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«Las personas mayores son muy amables, son comprensivas y compasivas. Pero la gente de mi edad y la de mi marido pueden ser muy desagradables», dice Joni.

¡Creo que ante todo Madison es una niña muy fuerte, con un gran espíritu de lucha y fuerza interior digna de Hulk! 

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