El director se cansó de los niños que capaban clase. Ahora le aplauden a su inesperada solución. Pero nadie se atreve a hacer lo mismo.

La escuela de Borgsmo era una de las que registraban peores puntuaciones entre las instituciones de primaria en la ciudad de Norrköping, en Suecia. Los estudiantes faltaban a clase, las notas eran bajas y los corredores escolares eran un desastre. Así que cuando Thomas Stenberg aceptó el trabajo de director en 2009, tenía un duro trabajo por delante. Pero Stenberg logró elevar a la escuela en los rankings gracias a que llevó a cabo unos importantes cambios. Un año después de tomar el cargo, la escuela Borgsmo se situó entre las que mejores resultados obtenía en la ciudad.

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La escuela de Borgsmo era una de las que registraban peores puntuaciones entre las instituciones de primaria en la ciudad de Norrköping, en Suecia.

Los estudiantes faltaban a clase, las notas eran bajas y los corredores escolares eran un desastre. Así que cuando Thomas Stenberg aceptó el trabajo de director en 2009, tenía un duro trabajo por delante.

Pero Stenberg logró elevar a la escuela en los rankings gracias a que llevó a cabo unos importantes cambios. Un año después de tomar el cargo, la escuela Borgsmo se situó entre las que mejores resultados obtenía en la ciudad.

Días después de que Stenberg ocupara el cargo, la escuela Borgsmo recibió los resultados de las aplicaciones de los estudiantes a centros de secundaria. Estos fueron los peores en su municipalidad; enviaron a un 10% menos de estudiantes al instituto que la segunda peor escuela.

Stenberg empezó a pensar inmediatamente acerca de cómo podría revertir esta situación.

Hemos recopilado sus cambios más importantes abajo.

1.Eliminar las reuniones innecesarias.

Stenberg empezó por eliminar reuniones innecesarias para profesores. Las reuniones quitan mucho tiempo y los profesores nunca tienen el suficiente. Redujo las dos reuniones semanales a una y ésta incluso se hizo opcional.

El jefe de profesores puede solicitar reuniones si es necesario, los mismos profesores pueden convocarlas si consideran que debe celebrarse.

“No me importa si alguien falta un día para ir a jugar a golf. Eso está bien, mientras los estudiantes no se vean perjudicados no hay problema. Al contrario, si mis profesores se sienten bien y disfrutan de su trabajo, los alumnos estarán más motivados y los profesores les harán obtener mejores resultados”, dijo.

2. Más responsabilidad personal y menos administración.

Stenberg dio a los profesores más responsabilidades a cambio de mejores resultados.
Les permitió intercambiar clases entre ellos, lo que redujo considerablemente la necesidad de contratar a profesores sustitutos.
Stenberg también ahorró a los profesores todo el trabajo administrativo que pudo y dividió el trabajo administrativo para que todos los profesores no tuvieran que hacerlo todo. Quería que cada empleado hiciera aquello que se le daba mejor. Pronto tanto el estrés como el absentismo laboral en la escuela descendieron.

3. Técnicas de los 80

Stenberg decidió retroceder a técnicas empleadas en los 80 para reducir el absentismo escolar. Se aseguró de que todos los descansos de los estudiantes ocurrieran a la vez, lo que facilita el saber qué estudiantes están faltando a clase y hace que faltar a clase sea menos atractivo, ya que todos los estudiantes tenían clases al mismo tiempo.

Para compensar a las asignaturas cuyo horario fue reducido con el nuevo sistema, Stenberg introdujo un día libre una vez al mes. Los estudiantes pueden usarlo para actualizarse en algunas asignaturas.

4. Motivar a los estudiantes.

En lugar de castigar a los estudiantes que llegan tarde a clase, Stenberg felicita a los que llegan a tiempo. Cada estudiante recibe un certificado de regalo en su cumpleaños siempre que no llegue tarde a clase más de tres veces en los últimos tres meses.
También entregó entradas para el cine a los estudiantes del mes. Los alumnos pueden conseguir regalos por casi todo, no sólo las notas. El resultado fue sorprendentemente positivo. Incluso los peores estudiantes se aseguraron de conseguir sus certificados de regalo, que pueden ser intercambiados por helado en la cafetería.
En un año, la escuela Borgsmo pasó de figurar entre las peores escuelas a estar entre las primeras, a medida que las calificaciones de sus estudiantes mejoraron. La situación de los profesores también mejoró. En el reporte anual se comprobó que tan sólo el 3% de los profesores de Borgsmo consideraban su trabajo estresante, comparado con el 20% de los profesores del resto de la municipalidad.
El único aspecto negativo es que Stenberg tiene a dificultades a la hora de ajustarse al presupuesto ya que a veces contrata a personal extra si se necesita.

A pesar de los buenos resultados de Borgsmo, ninguna otra escuela de Suecia ha seguido su ejemplo.
Stenberg compartió sus ideas con otros directores y profesores en conferencias por toda Suecia, pero sin resultados.
“La gente escucha, asiente y dice, ‘¡Oh, qué interesante!’. Entonces van a casa y siguen haciendo lo mismo que antes. Se vuelve un poco cansino al final”, explica.

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