Todos voltearon la cara cuando el niño con autismo tuvo un ataque. La respuesta del desconocido nos enseña algo a todos.

James, el hijo de 9 años de LynneMarie tiene el síndrome de Down y autismo. Cuando James tenía tres años, su mamá LynneMarie le compró un iPad. Rápidamente LynneMarie se dio cuenta que este era una herramienta de gran valor para James ya que le ayudo a aprender y a comunicarse. Así que cuando su iPad se dañó, justo antes de que se anunciara que una tormenta de nieve pasaría por Nashville, LynneMarie sabía que ella tenía que buscar otro iPad lo más pronto posible. Salir a hacer vueltas con un niño puede resultar muy agotador e incluso todo un reto, y si el niño tiene necesidades especiales es incluso mucho más difícil. Pero LynneMarie y James estaban determinados, así que se fueron a la tienda más cercana de Apple antes de que llegara la tormenta. Cuando estaban dentro de la tienda algo motivó a James a salir corriendo de la tienda. Cuando corrió, se pego muy fuertemente en la cara con una pared de vidrio. LynneMarie pudo sentir en ese momento las miradas  de disgusto de las otras personas. Pero fue en ese preciso momento cuando uno de los empleados de la tienda de Apple entró en la escena e hizo algo que LynneMarie no se esperaba. De hecho la foto del inesperado encuentro se hizo viral en Facebook. La mamá tomó una foto del encuentro y escribió esto en Facebook. A mi me pareció tan lindo que no pude dejar de compartir esto con ustedes.

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“Apreciada tienda de Apple en Green Hills, les escribo para dejarles saber lo especial que su empleado fue con mi hijo James, ayer cuando fuimos a su tienda a comprar un nuevo iPad.

Cuando James tenía tres años de edad le compramos su primer iPad, y este resultó, más que un herramienta para ver videos, en la herramienta que ayudaría a James a comunicarse.

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Como James nació con el síndrome de Down, y a los seis anos fue diagnosticado con autismo, nosotros usamos su iPad todos los días como un instrumento de aprendizaje para él.

Tristemente, aunque teníamos un muy buen forro, después de 7 años de uso, su primer iPad dejó de funcionar. Ya habíamos remplazado la pantalla muchas veces, pero se seguía dañando. Era obviamente tiempo de comprar uno nuevo.”

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“El jueves, James y yo fuimos a la tienda de Apple en Green Hills. Mientras estábamos viendo los iPads James debió haber visto algo que despertó su interés en el centro comercial y salió corriendo a toda velocidad hacia la puerta. El problema fue que realmente él no se dirigió a la puerta, sino hacia una pared de vidrio transparente. James se pegó durísimo con el vidrio que lo detuvo fuertemente. Todas las personas en la tienda quedaron asustadas cuando escucharon el sonido de la cabeza de James contra el vidrio y luego contra el piso.

Yo corrí hacia él para consolarlo. Sin embargo, James tiene alta tolerancia al dolor, así que sus lagrimas fueron pocas, pero las mias no. Cuando lo abrazaba mientras estaba sentado en el piso su empleado vino y se sentó conmigo. El me preguntó si yo estaba bien y si había algo que él podrá hacer por mí. Yo creo que fue en este momento que él se dio cuenta que James tenía necesidades especiales.”

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“Yo pienso que vamos a estar bien”, le dije. “Pero creo que se le va a hinchar la frente.”

Su empleado luego me preguntó cómo nos podía ayudar.

“Nosotros vinimos a comprar un iPad para James. Pero si vamos a seguir con la compra, ¿tu podrías configurarlo y venderlo a nosotros aquí en el piso donde estamos sentados?”, le pregunté.

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“Y así él lo hizo. Su increíble empleado se sentó con James en el piso de la tienda y configuró el iPad. No hay palabras que puedan describir verdaderamente cuan agradecida yo estoy de que su empleado se tomó el tiempo de conocernos allí donde estábamos sentados. Él no tenía porque sentarse en el piso con nosotros.

Él hubiese podido fácilmente esperar que nosotros nos pusiéramos de pie. O hubiese podido fácilmente esperar que nosotros regresáramos a la tienda otro día. Pero su empleado se quedó con nosotros en medio de nuestro dolor. Incluso el chocó las manos con James y yo tomé esta foto.

La vida es una camino de aprendizajes. Y Salí de este experiencia teniendo presente que siempre debo conocer a las personas donde ellos estén. Es muy fácil enfocarse en nuestra propia meta o plan y eso nos hace fallar en ver lo que las otras personas realmente necesitan. Todavía me falta mucho trabajar en esto. Todavía me falta mucho para no sentrarme sola en mi misma y nunca perder la oportunidad de amar a los otros exactamente como ellos necesitan ser amados.”

Fuente de foto: LynnMarie/Facebook

¿Cierto que uno queda conmovido con las palabras de LynneMarie? Compartiendo esto yo espero que podamos aprender mucho.