Un padre funde lápices de colores utilizados y los regala a un hospital infantil.

Cuando Bryan Ware vio cómo en un restaurante tiraban los lápices de colores usados, se le ocurrió una idea. Era una idea un poco loca, pero a veces tener ideas que se salen de lo normal es lo que puede llevar a una gran idea. Bryan empezó a recoger lápices de colores, fundirlos y luego hacer algo que se merece nuestro aplauso. "Ellos decían que tenían que tirar los lápices que había en la mesa", cuenta Bryan a NBC, y continúa: "Entonces se me encendió la bombilla. Sentí que tenía que hacer algo".  

Bryan llama a su proyecto: La iniciativa Crayon. Cientos de voluntarios han ayudado a Bryan a juntar lápices. Bryan derrite los lápices, uno por uno, y hace nuevos lápices. Todo el proceso lo hace en su propia cocina, que ahora parece una fábrica de lápices de colores.

Este padre podría haberse quedado satisfecho con esto, pero no. Lleva todos los lápices a un hospital infantil de la zona, ¡fantástica iniciativa! Aquí podéis ver su trabajo:

Este padre se merece un gran me gusta.