Bruce nació en noviembre del año pasado pero fue inmediatamente abandonado. Cuando Kathryn Van Beek estaba en camino a la casa después de salir del trabajo vio algo en la calle y quedó en shock. El gatito estaba tirado en una calle en el centro de Auckland. Todavía tenia el cordón umbilical.
Kathryn miró si el gatito era de alguien que vivía por ahí cerca pero no encontró a ningún dueño. Así que ella se llevó al gatito a la casa.
Le puso el nombre Bruce, inspirado de Bruce Wayne (Batman). Kathryn y su novio se turnaban para darle comida a Bruce y lo calentaban con cobijas para que sobreviviera.
Después de dos semanas Bruce pesaba apenas 100 gramos. Todavía no había abierto sus ojos.
Pero Bruce resultó siendo un luchador. Con el tiempo se puso más y más fuerte y un día por fin abrió sus ojitos.
Bruce ya podía comer solo y ya estaba fuerte y bien de salud.
Ahora Bruce tiene 23 semanas. Su familia tiene una página Facebook y una página a su nombre con muchos seguidores que quieren ver su desarrollo.
Qué suerte que hay personas tan buenas como Kathryn y su novio. Por favor comparte esta historia con tus amigos.