Por suerte, hay personas que se compadecen de estos animales y Conti realmente lo necesitaba.
Cuando lo encontraron estaba literalmente al borde de la muerte. Sus huesos se marcaban grotescamente a través de la piel, que ya era simplemente un colgajo blanco.
Una mujer se compadeció de él y se lo llevó finalmente a un veterinario.
Aunque su situación era desesperada, hicieron todo lo posible por salvarlo.
Poco a poco fue ganando peso y recuperándose de sus problemas. Tuvo que ir varias veces al veterinario para tratarse, pero se recuperó.
Y Conti está más agradecido que nunca con la mujer que lo sacó de su miseria.
¡Esperamos que Conti encuentre un buen hogar que lo cuide y lo quiera como se merece! ¡Por favor, comparte su milagrosa recuperación con todos tus amigos amantes de los animales!