Atenas es conocida por la gran cantidad de perros abandonados que vagan por sus calles, algunos terminan solos en las montañas sin nadie que los cuide.
Cuando encontraron a Petri estaba en un pésimo estado. No tenía pelo y su piel estaba todo afectado por la sarna.
Por suerte, el personal de SPAZ, un refugio de animales, le llevó a un veterinario para que recibiera el debido tratamiento.
Tuvieron que darle medicación para curar su sarna y ehrlichia. Durante un mes permaneció bajo estricta observación.
Pese a los amorosos cuidados que le dieron, Petri seguía mostrándose muy temeroso con los humanos.
Poco a poco se fue recuperando y su pelo empezó a crecer. Hasta que un día llegó el momento de llevarlo a su nuevo hogar adoptivo.
Al principio, le colocaron en una jaula abierta con la comida y el agua afuera, para que se animara a salir a explorar.
Tiempo después, Petri empezó a mover la cola y a jugar como un perro normal.
Hoy Petri es un perro feliz y social, que disfruta de la compañía del otro perrito de la casa.
Pero sobre todo del amor de su humana, quien nunca más permitirá que pase necesidad.
¡Qué alegría ver a Petri tan feliz y bien cuidado! Por favor, comparte esta historia para promover la importante labor que hancen organizaciones como SPAZ. ¡La ayuda que prestan a estos animalitos no tiene precio!