Después de reunirse de nuevo, Pancho y Temuco automáticamente empezaron a recuperar el tiempo perdido jugando juntos en la hierba.
Este clip captura el increíble momento donde estos hermanos se ven el uno al otro nuevamente:
«En seis meses, algunos de estos leones han pasado de vivir en total aislamiento en una jaula apestosa, siendo golpeados y abusados, a rugir en el campo en Colorado en manada, tal y como lo harían en la naturaleza», explica Tim Phillips, vicepresidente de ADI.
Estoy tan feliz cuando escucho historias de animales siendo librados de su cautividad. Al mismo tiempo, no deberíamos olvidar que hay muchos otros todavía viviendo en esa situación.
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