Lucas padece el síndrome de Sanfilippo, que es una enfermedad metabólica genética que hace que su cuerpo no tenga las enzimas necesarias para descomponer moléculas de azúcar.
Con el paso del tiempo, Lucas irá perdiendo la capacidad de caminar, comer o hablar.. Y ahí es donde Juno desempeñará su importante papel.
El perro ha sido entrenado para asistir al niño en actividades de la vida cotidiana como pasear o subir y bajar escaleras.
Desafortunadamente, el mal de Lucas no tiene cura, así que su deterioro es inexorable. Pero no nos cabe duda que Juno estará siempre a su lado para ayudarle en todo lo que esté al alcance de sus cuatro patas.
¿No son los animales estupendos? No sólo nos dan un amor incondicional sino que son capaces de convertirse en nuestros mejores aliados cuando estamos en apuros.
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