Hope For Paws se apuró al sitio donde la mujer había visto al perro. Cuando llegaron la encontraron, y ahora le han puesto el nombre Julia.
La situación era peor de lo que pensaban. Julia estaba hinchada de las infecciones, estaba sangrando y estaba muy flaca.
Lograron meterla en un jardín encerrado y con con cuidado se le acercaron. La perra tenía una cuerda vieja alrededor del cuello. La cuerda estaba tan vieja que se estaba deshaciendo. Una señal muy triste de la vida que había tenido antes de volverse perra callejera.
Julia estaba insegura de las personas que se le acercaban. Pero le dieron comida y ella la aceptó. Aunque estaba tan flaca recibió la comida con mucho cuidado, pensando bien en en no morder a la gente.
Después de 20 minutos Hope for Paws había ganado la confianza de Julia. Le pudieron poner un collar.
Julia disfrutaba de ser acariciada. Ella estaba tan cansada y con tanto hambre que inmediatamente aceptaba el amor de las personas. Parecía aliviada.
La montaron al carro. Ahora Julia nunca más tenía que vivir en la calle.
Un veterinario la revisó. Y vio como estaba de mal la pobre niña.
Ella tenía sarna e inflamaciones en la piel.
No le habían cortado las uñas en mucho tiempo, tal vez nunca. Y sus patas estaban hinchadas.
Julia necesitaba un buen baño urgentemente.
Cuando la bañaron su piel empezó a sangrar a causa de la infección.
Cuando le quitaron todo el mugre entendieron como era de grave la infección.
Pero aunque Julia tenía mucho dolor y seguramente estaba muy confundida después del tratamiento seguía mostrando gratitud. Cuando Lisa la secó Julia con cuidado puso su cabeza contra su brazo. Ella estaba contenta de que la vida en la calle se había terminado.
Ahora por fin estaba limpia y llena. Julia estaba completamente cansada después del la
rgo día se se acostó en una cobijita caliente.
A Julia le falta mucho para recuperarse. Pero Julia se va a aliviar y se va a poner más fuerte. En unos pocos días se ha mejorado mucho y come sin problema.
Julia está mucho más contenta y todos los dias le muestra su agradecimiento a las personas que la salvaron. Todavía no ha empezado a mover la cola, pero le gusta que le soben la cabeza.
Nadie sabe lo que le ha pasado a Julia. Y falta mucho tiempo para que Julia sea una perra contenta. Pero Julia lo va a lograr, y cuando esté completamente aliviada se va poder ir a vivir a una casa de verdad.
También le van a hacer una prueba para ver bien si ella es un wolfdog, o si es (como muchos sospechan) una mezcla de un husky. Como sea, Julia desde ahora va a tener una vida llena de amor.
¡Buena suerte, Julia!
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