El alemán Valentin viajó primero a Canadá, donde comenzó a trabajar en un campo petrolero, pero como su interés por los felinos siempre iba primero, decidió ir a otro lugar donde sabía que vivían felinos muy grandes, África.
En una granja en Namibia, Valentin conoció al danés Mikkel Legarth, los dos compatían el amor y la pasión por los animales salvajes, sobre todo los felinos grandes, y esta pasión mutua fue un catalizador.
Juntos decidieron formar un proyecto de la naturaleza silvestre en el 2009, el propósito era crear lazos más fuertes y respeto entro los humanos y la naturaleza
“Modisa Wildlife Project” es ahora una organización que trabaja para conservar la fauna salvaje en Botsuana.
En las últimas décadas, la cantidad de animales salvajes en Botsuana ha disminuido un 60 por ciento, debido a la caza ilegal y la explotación de la naturaleza por parte de los humanos.
Valentin y Mikkel trabajan muy duro para tratar de revertir esta tendencia.
Y gracias a una amistad peculiar pero fantástica, más personas se han interesado por su organización.
Hace cuatro años, Valentin encontró a una cachorra león abandonada en la naturaleza silvestre, sólo tenía 10 días y su madre estaba desaparecida, si no fuera por Valentin, seguramente hubiese muerto.
Valentin la llamó Sirga.
Sirga sobrevivió con el cuidado de su nuevo padre, quien le alimentó con una mezcla de nata, leche, huevo y vitaminas.
Durante los meses siguientes se desarrolló un lazo muy fuerte entre los dos.
La pequeña cachorra león pesaba 9 kilos cuando fue encontrada, ahora Sirga pesa 136 kilos.
Pero jamás se olvida de quién la salvó.
¿Verdad que no cabe duda de que estos dos son los mejores amigos?
Según Valentin los dos suelen jugar en la reserva de Botsuana, y Sirga siempre se alegra cuando lo ve.
Probablemente cree que Valentin pertenece a su manada.
Pero a pesar de que parece ser una gran gata cariñosa, la verdad es otra.
No le gustan los desconocidos, sólo Valentin es bienvenido a entrar en la zona cercada.
Bajo la supervisión de Valentin, Sirga caza en su reserva, en muchos sentidos se parece a cualquier león salvaje.
”No queremos que sea como otros leones en cautiverio, quienes son alimentados por una corriente de turistas”, dice Valentin a Daily Express.
Ella caza antílopes y ha aprendido a gatear en silencio y a esperar con paciencia, son componentes importantes para ser una cazadora exitosa.
Pero cuando se trata de Valentin, lo único que pide Sirga es amor.
”No existe en su mente que quisiera atacarme y nunca me he preocupado por ello”, dice Valentin a Daily Express y continúa:
”Confiamos uno en el otro completamente y ella se aleja al instante si se lo pido”.
Pueden pasar varios días sin que Sirga y Valentin se vean, pero cuando se reencuentran nada ha cambiado.
¡Cuando veas el video aquí abajo entenderás que estos dos realmente es el respeto entre seres que se quieren, sin importar la especie!
¡Comparte esta amistad maravillosa con todos tus amigos por Facebook y para que vean el lazo especial entre Sirga y Valentin!