Aquí fue encontrada el pequeño Powder. Se había acurrucado y ya no tenía fuerzas para moverse.
La Policía llegó hasta el lugar para rescatarlo. Powder miró a sus rescatadores con ojos cansados.
Los policías lo abrigaron con una manta y le dieron comida y agua. De repende la chispa de la vida volvió a ojos. Entendió que le querían ayudar.
Casi no se podía mantenerse sobre sus propias patas y los policías lo ayudaron sujetándolo por la barriga. Con mucho cuidado avanzaron hasta el automóvil.
Puede que Powder no lo comprendiese en ese momento, pero su vida iba a cambiar para siempre. Ahora está seguro.
Powder recibió atención veterinaria inmediatamente y después lo llevaron al refugio de animales Dezzy Second Chance. Ahora le queda un largo camino, entre otras cosas, tienen que operarlo de los ojos y recibir tratamiento para su infección en la piel. Cuando esté curado, podrán buscarle un nuevo hogar.
¡Mucha suerte, Powder!
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