Tombili tenía dueño, aun así deambulaba libremente por las calles del barrio de Kadikoy donde los vecinos le adoraban.
Aunque era un gato muy relajado, lo era tanto que no solía apetecerle ponerse a jugar con la gente. Como muchos felinos era enormemente independiente.
Y digo todo el tiempo era, porque lamentablemente este gatito sufrió una rara enfermedad y falleció.
Pero los vecinos no quisieron que se le olvidara como si nada. Iniciaron una campaña en internet donde lograron reunir 17.000 firmas para erigir un monumento a su querido y famoso gato.
Así fue como Seval Sahin se ofrecio´voluntario para hacer la estatua de bronce y colocarla en el mismo lugar donde Tombili solía descansar y ver la vida pasar.
¡Qué bonito gesto hacia este gato tan especial! Las generaciones futuras nunca se olvidarán de su relajada actitud hacia la vida. ¡Comparte este encantador homenaje con los demás!