Su nueva dueña escribe:
«Kingsley fue encontrado atado a un árbol en el campo, estaba muy descuidado, golpeado y desnutrido, su pelaje estaba sin brillo y lleno de marañas y enredado porque no lo habían cepillado nunca.»
«Tras haberlo afeitado encontraron un montón de heridas en su cuerpo, algunas eran cicatrices viejas y otras eran tan recientes que aún le salía sangre. Es incomprensible ver cómo alguien puede golpear a un scnauzer de 7 kg, ojalá vayan al infierno.»
«Sin el pelo se notaba lo delgado que estaba, lo habían maltratado tanto que ahora los humanos le daban miedo, sobre todo los hombres, pero cuando vi esta foto de él me enamore al instante y supe que tenía que salvarlo.»
«Aquella noche lo adoptamos :)»
«El primer mes en su nuevo hogar, tenía tantas nuevas cosas que aprender, aprender los hábitos de higiene (nunca antes había estado dentro de una casa), aprender a no ladrar todo el tiempo, practicar a sentirse seguro con nosotros (rápidamente me gané su confianza pero quería huir cuando mi marido se acercaba), también ir en automóvil era algo nuevo, y mucho más, ni sabía cómo jugar con los juguetes.»
«Mi cosita :)»
«¡Aprendió todo muy rápido! Ya han pasado dos semanas sin presentarse incidentes en casa, la mayoría de las costumbres habituales de perro que tenía que aprender, ya las sabe hacer, le encanta jugar “ir a buscar”, ir en auto, las caricias, las verduras y las sábanas recién salidas de la secadora (pues sí, es un poco extraño).
«Así se ve mi chico hoy 🙂 su peso es normal y su pelo se está poniendo voluminoso. Este mes vamos a llevarlo al peluquero para darle un estilo “schnauzer” de verdad, ha avanzado tanto, no siempre ha sido fácil, pero cuando está en mis piernas recibiendo cariño y con cuidado me da un beso en las manos o en la cara, sé cuan agradecido está y que vale todo el esfuerzo.»
¡Qué historia tan maravillosa! Me alegra que Kingsley obtuviera una nueva oportunidad para conocer una vida digna de un perro. ¡Todos los perros merecen tener un hogar lleno de amor!