EL padre compró una antigua gasolinera y transformó su interior en algo mágico.

En la estructura de la casa se puede ver que ha sido algo muy diferente a una vivienda antes.

Ni en sueños escapan Robert y su hijo de la historia de este particular edificio. A más de un hijo (¡y padre!) le gustaría tener este cabecero de cama.

Hay pequeños detalles que recuerdan lo que esta casa un día fue. Estos tiradores para los cajones le dan, además, un toque muy divertido.

Estas lámparas son antiguos faros de coche ¡quedan súper bien!

En este vídeo puedes ver toda la casa.

¿Estáis de acuerdo conmigo en que el trabajo de Robert para reformar y decorar su casa ha sido fantástico?
¡Compártelo! Quizá sirva de inspiración para que otras personas emprendan el proyecto de construir la casa de sus sueños.

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