Como siempre todo empezó con un plano normal.
Y luego empezaron.
Montaron paredes.
Pusieron vigas.
Instalaron electricidad.
Pusieron el techo.
Con un poco de color esta casa parece ser una casita cualquiera, ¿cierto?
Pero cuando uno abre la puerta y ve lo de adentro…
Entonces uno ve un mini cine fantástico con lámparas que parecen como estrellas en el cielo.
Y claro que tienen las sillas tradicionales de cine.
Y tal vez lo más importante, gaseosas y dulces.
¡Qué rico tener un mini cine para uno mismo! Si alguna vez tendré mi propia casa ya sé lo que voy a construir…