Esto fue lo que pasó:
Su nieta, que es adolescente, baja por las escaleras y le cuenta a su abuela que va ir a encontrarse con un chico. Está vestida con una blusa transparente y no tiene brasier.
A la abuela le da un choque cuando ve la blusa de la nieta: ”No te atrevas a salir así”, dice en voz alta y mira a la nieta con una mirada bastante seria. ”Relájate abuela”. Estamos en tiempo modernos. No es nada raro dejar que los capullos de las rosas se vean un poquito…”
El día siguiente la nieta baja otra vez por las escaleras. Esta vez se sorprende ya que ve que la abuela no tiene ninguna camisa puesta. La nieta casi se muere de la pena cuando ve eso y le explica a la abuela que en cualquier momento van a llegar unas amigas de ella. La nieta le dice a la abuela que verdaderamente se debería poner un poco más de ropa, o si no sus amigas van a quedar en choque.
La abuela responde: ”Cariño, relájate. Si tu vas a dejar que tus capullos de rosas se vean, pues entonces yo puedo mostrar mis tetas escurridas.”
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