Su marido la encontró metida en la cuna. La razón me rompe el corazón.

Dyana escribió lo siguiente:


“Esto sucedió hace varias semanas, sí, me subí en la cuna esperando aliviar sus gritos, a esta bebé bañada en lágrimas, temblorosa y de cara enrojecida. Mi bebé llegó a casa cuando pasó esto y estoy compartiendo la foto porque captura la esencia de mi corazón, y mi “por qué…”. Ahí estaba yo, en el momento cumbre de esta agotadora y maravillosa cosa llamada maternidad, y recuerdo una promesa que le hice.

Una de las primeras veces que Matt y yo dejamos a Luella fue para ir a una oración. En el evento, un misionero compartió una historia que me llegó al alma. Un momento que permanecerá para siempre grabado en mi frágil y hormonal corazón de mamá, que se ha hecho 100 veces más frágil tras conocerla.

Este misionero estaba en un orfanato en Uganda, y había estado en muchos antes, pero éste era diferente. Entró en la guardería donde había más de 100 bebés en sus cunas y todo estaba en silencio. Un sonido que es más que raro en cualquier guardería, aun más con más de 100 bebés. Se volvió hacia la encargada y le preguntó por qué todo estaba tan silencioso. La respuesta fue algo que nunca olvidará. Este fue mi momento “por qué”.

Ella le miró y dijo: “Tras estar ahí una semana, llorando durante incontables horas, al final pararon cuando se dieron cuenta de que nadie venía a por ellos”… Paran de llorar cuando se dan cuenta de que nadie viene por ellos. No en 10 minutos, no en 4 horas, y quizás, quizás, nunca…”.

Mi corazón se cayó a trozos. Literalmente podría haber recogido las piezas esparcidas por el suelo del auditorio. Pero en lugar de eso, estimuló en mí un deseo… Una promesa en mi espíritu.

Vinimos a casa, y esa noche cuando Luella reposaba su pequeño cuerpecito de 4,5 kg contra mi pecho y la mecía, le hice una promesa. Le prometí que siempre iría donde ella.

Siempre.

A las 2:00am cuando sus llantos desesperados se escuchen por el monitor de bebés, siempre iré a ella.


Su primera herida, la primera vez que le rompan el corazón, iremos a ella. Siempre estaremos ahí para apoyarla, para dejarla sentir, para que tome sus propias decisiones, y estaremos ahí. Le mostraremos con nuestras propias lágrimas y frustraciones a veces que está bien llorar y está bien sentir. Que siempre seremos un lugar seguro y siempre iremos a ella. #luellamaepressplay #magerspresspause

Fotos

Por favor, comparte este artículo para recordar a los padres la razón por la que lloran sus bebés. Que aunque a veces sea enloquecedor lo único que piden es su amor y apoyo en una de las épocas más vulnerables de su vida.

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