Los abuelos del nadador australiano Kyle Chalmers no podían contener sus nervios durante la competencia. Lo vieron por televisión con una inevitable mueca de tensión en el rostro.
Pero no te puedes perder el momento en que Kyle gana el oro Olímpico. Sus lágrimas de alegría y de casi incredulidad se entremezclan por ese sentimiento de puro orgullo por su nieto. Es un día que los miembros de la familia atesorarán el resto de sus vidas.
¿Qué emocionante verdad? El gran premio a tantos esfuerzos en equipo. ¡Comparte este conmovedor momento con los demás!