Brianna murió tras encontrarse algo pequeño en el suelo y metérselo en la boca en plenas vacaciones de Navidad. Era una diminuta pila como esta:
Se cree que la tuvo en su cuerpo durante seis días.
Al principio la pequeña tuvo un poco de fiebre pero no muy alta. Dos días después de celebrar la Navidad, se le puso azul el rostro. E incluso comenzó a vomitar sangre, y la trasladaron de inmediato al hospital.
El ácido de la pila se salió y rompió el esófago de la pequeña Brianna. Y a pesar de que los médicos hicieron lo imposible, no pudieron salvar la vida de la niña. La familia tuvo que dedicar el fin de año organizando su entierro. Cada Navidad supone un trágico recuerdo para esta familia.
Su abuelo Kent Vice explica, con los ojos llenos de lágrimas, a The Oklahoman que la niña era un pequeño ángel y que la había cuidado muchas veces cuando sus padres trabajaban.
Durante los años 2005 y 2014 se informaron de 11.940 casos en los cuales niños pequeños se habían tragado una pila solo en el Reino Unido, escribe National Capitol Poison Center, y que de esos casos, 15 fueron mortales, escribe el periódico británico The Daily Mail. Aquí puedes ver una vídeo sobre la noticia (en inglés) de la cadena británica noticias BBC, donde los médicos advierten de los peligros de estas pequeñas pilas.
Si tu mando a distancia de la televisión tiene este tipo de pilas o parecidas, debes cerrar la tapa con cinta adhesiva y evitar que los niños puedan abrirla.
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