Stuart Kettell y su gran amor estaban esperando hace tiempo este gran día, el día de su boda. Y finalmente llegó. Todos los seres queridos estaban reunidos en la iglesia para ser testigos de sus votos matrimoniales.
Para tranquilidad de la pareja, las cosas se iban desarrollando como habían planeado. Al menos en un principio.
Pero cuando llegó el intercambio de anillos parece que Stuart no los encontraba. Estuvo buscándolos desesperadamente, mientras los invitados cruzaban los dedos – pero parece que los anillos habían desaparecido.
Ante una aterrada novia y unos sorprendidos invitados, el sacerdote explicó que la boda no podía continuar si los anillos no se encontraban. ¡Y entonces Stuart salió corriendo de la iglesia!
Y allí se quedó sola la novia con la sensación de que el día que había soñado desde que era un niña, se había transformado en un caos. Allí se quedaron los conmocionados invitados pensando como el novio podía haber sido tan descuidado y haber olvidado los anillos.
Pero Stuart no era descuidado. Muy al contrario el era una persona muy astuta que había ideado un plan – que solo el sacerdote y él conocían.
Y en el mismo segundo en el que Stuart había abandonado la iglesia, se reveló como los había engañado a todos. En una gran pantalla de espaldas a la novia, comenzó a verse una película.
Todo estaba planeado, y en esta película la novia y los invitados pudieron seguir a Stuart hacia la casa para ir a recoger los «olvidados» anillos.
Stuart realmente actuó como nunca y, a juzgar por la reacción de la novia, ¡ciertamente no era la primera vez que estaba bromeando con sus conocidos!
El maravilloso clip de película también hizo que toda la iglesia se muriera de la risa.
Finalmente Stuart volvió con los anillos y la boda tuvo un final feliz. Estoy segura de que esta pareja vivirá junta y feliz por muchos años. ¡Y realmente tuvieron una boda inolvidable!
Mira el planeado momento en el siguiente vídeo. ¡Yo me reí al menos muchas veces durante su proyección!
