Era un día cualquiera para un carpintero ecuatoriano, quien estaba caminando a casa cuando vio una bolsa de basura contra la pared justo fuera de su taller, no le quitó la vista porque parecía estar moviéndose. Por curiosidad se acercó para abrir la bolsa y sorprendido vio a un niño recién nacido adentro, lo habían abandonado porque tenía el Síndrome de Down, pero gracias al carpintero el niño se salvó aquel día y fue entregado a un orfanato.
A ese mismo orfanato viajó Rachel van Eerden y su esposo Jim en 2004 y fue allí que conocieron al pequeño niño que alguien había dejado a morir en una bolsa de basura.
– Fue amor a primera vista, dice Rachel.
Este encuentro bonito hizo que Rachel y Jim adoptaran a Eddie y hoy son un familia muy feliz.
Aquí puedes escuchar las palabras de Rachel sobre esta historia increíble que ya conmueve a miles de personas.
