Al principio del año George Pickering III tuvo un stroke y quedó en coma. Lo mantenían vivo con ayuda de maquinas. Después de un tiempo la familia recibió la horrible noticia que el hijo no se iba a despertar. Los médicos le recomendaron a la familia que apagaran el respirador. La familia dijo que si y también dijeron que querían donar los órganos del hijo.
Pero el padre George Pickering II se negó a aceptar eso.
Él tomó una pistola y se fue al hospital Tomball Regional Medical Center. Allí obligó que los médico salieran del cuarto del hijo y luego se sentó a cuidar en el cuarto por tres horas, con la policía por fuera del cuarto.
Pero entonces ocurrió lo que nadie se había podido imaginar. Cuando el papá tomó la mano del hijo sintió que de repente el hijo abrazó la mano. Cuando la policía se metió al cuarto pudieron ver como George Pickering III movía sus ojos. Él se había despertado del coma.
Él padre tuvo que estar en cárcel por 10 meses, salió de ahí ahora en navidad. Así que pudo celebrar la navidad con su hijo, que está completamente recuperado.
“Es el labor de cada padre de proteger a su hijo y eso es todo lo que él hizo. Todas las cosas que me han convertido en un buen hombre son gracias al hombre que está aquí a mi lado, le dice George Pickering III a KPRC.
Aunque yo nunca le diría a nadie que amenazara a la gente con una pistola o que violara la ley me queda difícil no quedar conmovido con esta historia y el amor entre este padre e hijo.
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