Todo comenzó cuando Luke, en su trabajo como pastor, conversó con una pareja que había adoptado embriones, le llamó la atención y quiso saber más sobre cómo funciona.
Tras mucha lectura por internet y charlas con el médico, Joni y Luke decidieron probar esta forma de adopción y consiguieron una pareja de Alaska que ofrecían embriones, firmaron los papeles y esperaron a que les llegara el paquete.
– ¡Seguí su viaje con FedEx, te lo juro! Vi que pasaron una noche en Tennesse en su camino para acá, dice Luke en una entrevista.
La tendencia es que sólo una pequeña parte de todos los embriones sobreviven, por lo tanto Joni decidió implantar dos embriones para aumentar las posibilidades de que un embrión funcionara.
Cuando Joni y Luke hicieron su primer ultrasonido recibieron la noticia sorprendente. Se podía oír no sólo un corazón. ¡Sino tres!
Los dos embriones se fijaron en el útero pero uno se dividió. ¡Ahora la pareja va a tener dos niños y una niña!
Luke y Joni están muy felices de poder duplicar su familia.
– Vamos a tener que buscar a un autobús, dice Luke en una entrevista.
