Embarazada graba la primera ecografía de su bebé – pero le ordenan que apague la cámara inmediatamente

© Youtube/PennStateHersey

Al parecer el hijo de Jessica se estaba gestando con una serie de complicaciones. 

Algunas no eran peligrosas, pero otras eran muy graves. 

Los médicos le dijeron que, entre otras cosas, el niño iba a nacer con síndrome de down, hidrocefalia y problemas cardíacos. 

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Tampoco les aseguraban que el niño sobreviviese al parto. 

Pero a pesar de las recomendaciones de los médicos y amigos, Jessica decidió tener el bebé. 

El parto fue bien y la familia nunca perdió la esperanza en su pequeño milagro, ni por un segundo. 

Caden nació en 1995 y el nombre Jessica lo tenía muy claro. Caden significa «espírito luchador» en gaélico, era un nombre muy apropiado, porque este pequeño no era como los demás…

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Quizá fue nombre profético lo que ayudó a Caden a desarrollarse fuerte y sano, lejos de lo que los médicos había pronosticado. 

Nadie pensaba que el niño fuese a poder tener una vida «normal», pero Caden ha desmontado las dudas de los demás. 

Hoy Caden es un rayo de sol que ilumina con su positividad allá por donde va. 

 
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En su décimo cumpleaños decidieron darle una sorpresa al médico que los trató cuando nació. Allí, en la puerta de su consulta, estaba la muestra viviente de que nunca hay que darse por vencido. 

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Y Jessica lo tiene muy claro: «Caden es lo mejor que nos ha pasado en la vida».

La verdad es que da esperanza y alegría ver cómo, pese a todas las dificultades que les pronosticaban, son felices con su preciosa familia, perfecta tal cual es. 

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