El 21 de septiembre de 1988 las idénticas trillizas Trae, Jordan y Chandra Berns estaban durmiendo en sus camas cuando de repente se incendió la casa.
El furte incendió mató a la mamá de las trillizas.
Milagrosamente las trillizas salieron vivas del incendió pero los médicos no sabían si las niñas iban a sobrevivir. Habían sufrido quemaduras de tercer grado en 30-45 por ciento del cuerpo y pasaron mucho tiempo hospitalizadas.
Todas las niñas sobrevivieron y el fuerte lazo de hermanas las ayudó a recuperarse después del trágico accidente.
Las niñas no sólo sufrieron físicamente, el dolor después de haber perdido a la mamá fue muy duro. Pero menos mal las trillizas estaban juntas y se podían apoyar.
Cuando las niñas crecieron se fueron volviendo más fuertes pero tenían problemas con su confianza en sí mismas y no querían mostrar sus cicatrices. Se maquillaban mucho para esconder las cicatrices en la cara y tenían dificultad en salir con chicos porque se sentían mal sobre sus cuerpos.
Con el tiempo las niñas se fueron volviendo más fuertes y siguieron apoyándose. Pasaron por varios tratamientos de laser y se volvieron más fuertes mentalmente. Ahora la segunda de las hermanas se va a casar y han creado la organización Three for hope para ayudar a otros niños que han sufrido quemaduras.
¡Qué mujeres tan fuertes! Yo les deseo buena surte y espero que puedan ayudar e inspirar a otros que también han sufrido quemaduras.
Aquí puedes ver un vídeo sobre las trillizas:
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