Taylor no se podía mover, tenía puesta la anestesia y su bebé estaba por llegar al mundo, pero las cuatro enfermeras Alyson Heeke, Cindy Popejoy, Barbara Brand y Bonny Stephens decidieron poner en riesgo su propia vida para no dejarla sola.
El tornado llegó, las paredes temblaron, las luces se encendían y apagaban, los vidrios estallaron.
Las enfermeras y Shayla tuvieron que colocarse en el suelo para protegerse, ninguna sabía si lograrían contarlo.
Milagrosamente, a pesar de que el hospital quedó muy malparado, todos en el hospital sobrevivieron y Shayla dio a luz a un hermoso niño.
La mujer, que estudia también enfermería, reafirmó todavía más su vocación tras el maravilloso gesto de estas enfermeras.
Puedes saber más de esta increíble historia en el vídeo de abajo.
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