Gracias a la ayuda de un instructor de yoga que se había especializado en tratar a personas que sufren de dolores crónicos, Anna se mejoró mucho.
Hoy en día Anna está feliz y se siente mucho mejor. ¡Qué alegría!
Por favor comparte esta increíble historia con tus amigos, especialmente si conoces a alguien que necesita un poco de inspiración.