Cuando Lizzie se cayó a la piscina su hermano de 13 años, Sam, la sacó rápidamente del agua.
– Tenía la cara gris, los labios morados. Expulsó agua. No sé realmente lo que pasó, yo estaba muy asustado, cuenta Sam a KFVS-TV.
Después de la reanimación de su hermano, Lizzie se recuperó. La familia pensó que el peligro había pasado.
Pronto se dieron cuenta de que no era así. La niña de 3 años se quedó adormilada. Entonces intervino la tía de la niña.
– “No dejes que se duerma”, dijo ella, y la madre contestó: “¿por qué?”. Y ella dijo: “porque no se va a volver a despertar”, cuenta la madre a KFVS-TV.
La tía de la niña había leído un artículo sobre un fenómeno llamado ahogo secundario. Esto puede ocurrir hasta 72 horas después de un baño en el que se ha tragado agua, y consiste en que los pulmones no pueden transportar suficiente oxígeno a la sangre. Y esto puede acabar, en el peor de los casos, en asfixia.
Los síntomas de esta ahogamiento secundario son que la persona se siente cansada y con sueño, y esto fue lo que hizo a la tía de Lizzie reaccionar. Otros signos son tos incontrolable, vómitos, dificultades para respirar, dolor en el pecho, fiebre y cambios de comportamiento, como que el niño esté irritable.
La familia la llevó al hospital, donde estuvo 7 horas. Si no hubiese sido por la tía, todo podría haber acabado mucho peor.
Ahora la familia quiere advertir a todos los padres de los síntomas por si se encuentran en una situación parecida.
Aquí puedes ver un vídeo de lo ocurrido:
Esta historia podría haber acabado realmente mal. Sin embargo gracias a que la tía estaba bien informada, pudieron llevarla al hospital y que todo acabase bien. Comparte la advertencia de estos padres, puede ser muy útil a muchas personas.