Su hija nació con una de las llamadas enfermedades raras, y tan extraña era que ni siquiera le habían dado un nombre.
Lo único que sabían era que conllevaba un muy inusual trastorno del crecimiento, según escribe el periódico Daily Mail.
Cuando nació pesaba 500 gramos y medía tan sólo 23 centímetros.
Los médicos nunca habían visto un caso parecido, y pensaron que la pequeña Charlotte no iba a llegar ni a cumple su primer año.
Pero a pesar de los muchos problemas de salud a los que se tuvo que enfrentar, Charlotte demostró ser una gran luchadora.
Sus padres tuvieron que comprar ropa de muñeca para ella, y los pañales los tuvieron que hacerlos ellos mismos, no eran más grandes que una tarjeta de crédito. Pero la pequeña le demostró a los médicos que estaban muy equivocados al pronosticarle solo unos meses de vida.
Charlotte cumplió un año, y después dos, y la cosa no terminó ahí.
Hoy la pequeña tiene cinco años y no ha mostrado ninguna señal de darse por vencida, a pesar de que solo mide 70 centímetros y usa ropa de talla de recién nacido.
Es pequeña pero su presencia no pasa desapercibida, tiene un gran corazón y una gran personalidad.
Su edad mental es como la de un niño de tres años y su futuro es incierto, pero no tengo ninguna duda de que esta fantástica pequeña va a seguir luchando, como ha hecho hasta ahora.
”Parece una muñeca”, dice su hermana mayor, Chloe, ”pero está hecha de un fuerte material”.
A pesar de que Charlotte es ”una entre un millón” sus padres quieren que viva una vida tan normal como sea posible.
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