Zou Hongyan decidió divorciarse de su esposo y criar a Ding Ding sola. Le fue difícil económicamente pero lo logró con un trabajo a tiempo completo y dos trabajos extra. Todo su tiempo libre lo dedicó en su hijo.
Armaron rompecabezas, jugaron y visitaron diferentes clínicas de rehabilitación. La madre estaba decidida a que Ding Ding crecería para ser algo grande, a pesar de su parálisis cerebral.
Ayudó a su hijo a desarrollarse en las áreas que necesitaba.
– No quería que se sintiera mal por sus problemas físicos, como tenía habilidades limitadas en algunas áreas, fue estricta con él para que trabajara duro y avanzara con las cosas que le costaban, dice Zon Hongyan.
Por ejemplo insistió en que su hijo tratara de comer con palitos, a pesar de ser difícil para él.
El trabajo duro por parte de la madre tuvo resultados: ahora Ding Ding tiene 29 años y está estudiando en una de las universidades más respetadas, Harvard University.
Ding Ding cuenta que le agradece a su madre por su éxito académico y por haber vencido muchas limitaciones físicas.
Zou sigue viviendo en China y Ding Ding le extraña mucho. Él la describe como su “mentora espiritual”.
Nadie creía en Ding Ding, ni su propio padre, pero gracias a la dedicación y la voluntad de la madre, Ding Ding pudo llegar más lejos que la mayoría de los niños.
La historia de Ding Ding demuestra que nada es imposible, si sólo sigues luchando. Te dejo este video en inglés para que puedas saber más sobre esta incansable mamá.
