La primera señal de advertencia llegó cuando Leo comenzó a sangrar por la boca. Los médicos pensaron que podría ser una sepsis y pusieron al niño en coma.
Sin embargo, más tarde se sabría que la causa de su afección era en realidad el virus Herpes HSV2, que Kira, sin saberlo, le había transmitido a su hijo al nacer.
“Me quedé en shock cuando el resultado de la prueba del herpes fue positiva, ya que había hecho todo lo humanamente posible para darle a mi hijo el mejor comienzo posible», dijo la madre a Caters News.
Pude haberlo contraído antes o durante el embarazo, ya que puede estar inactivo durante meses o años, por lo que no hay forma de saberlo. No sabía que tenía el virus, ya que no había otros síntomas aparte de la candidiasis bucal. Si me hubieran ofrecido la posibilidad de hacer una prueba durante mi embarazo, todo esta pesadilla se hubiera evitado.
Peligroso para los bebés
Ambas cepas del herpes pueden suponer una seria amenaza para los bebés. Los recién nacidos pueden contraer el virus a través del parto vaginal, y éste puede poner en peligro sus vidas.
En el caso de Leo, los médicos hicieron todo lo posible por salvarlo, pero finalmente sus órganos comenzaron a fallar. Kira se vio obligada a apagar sus máquinas vitales y finalmente el bebé falleció tan solo con 10 días de edad.
Ahora, el objetivo principal de Kira es hacer ver a otras personas de lo que puede ocurrir y que intenten prevenirlo.
«Espero que compartiendo la historia de Leo se puedan salvar otras vidas», dijo.
Estamos haciendo todo lo posible por difundir la historia de Kira y Leo con la esperanza de tomar conciencia de algo que puede suceder.
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