Mujer maleducada en cafetería llama al hombre ”motorista sucio”, así que él demuestra su verdadero yo

Luc pensó que se trataba de una reacción extraña pero muy pronto todo quedó aclarado cuando escuchó que la madre le decía: «No hablamos con sucios motoristas».

Obviamente Luc estaba afectado. No entendía como la mujer decidía que su hija no debía hablar con él solo por su apariencia. Sintiéndose dolido por ello, publicó en Facebook este potente mensaje.

“Para la familia del utilitario rojo que estaba hoy en Tim Horton:

Soy un hombre de 127 kilos con una moto y lleno de tatuajes. Soy soldador, soy ruidoso, bebo cerveza, maldigo y parece que me voy a comer tu alma si me miras mal. 

Pero lo que no sabes es que llevo felizmente casado 11 años, y mis hijos me llaman papá. Soy licenciado universitario y mi madre está muy orgullosa de mi. Siempre le dice a todo el mundo lo orgullosa que está de su maravilloso hijo. Mis sobrinos son felices al ver a su tío Luc. 

Cuando mi hija se rompió el brazo lloré más que ella. Leo libros, ayudo a la gente. Suelo ser agradecido con los veteranos de guerra y lloré con Armagedón….

De manera que la próxima vez que sonría y saludé a tu niña, y la agarres para decirla ‘No, no querida, no hablamos con moteros sucios’; recuerda que aunque lastimaste mis sentimientos, ‘este motociclista sucio sería la primera persona en correr a tu casa en llamas y salvar a tus pequeños peces dorados para que tu niña no esté triste'».

Desde que Luc ha publicado su historia en la red, ha conseguido mucha visibilidad. La publicación ha sido compartida miles de veces en Facebook además de ser publicada por otros medios.

El mensaje moral de la historia es muy sencillo. Nunca debes tener ideas preconcebidas de las personas hasta que no las conozcas y hayas hablado con ellas.

¡Si opinas que Luc tenía todo el derecho a sentirse ofendido, comparte este artículo para mostrar que no está bien juzgar a alguien sin conocerlo!

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