En la puerta había un desconocido que movía el pomo de la puerta, intentando abrirla. Savannah sintió miedo, pero supo que tenía que hacer algo.
Entonces tomó a su sobrina del brazo y le dijo que tenía que estar callada, mientras iban hacia el baño.
Allí se encerraron en silencio mientras los golpes continuaban y se hacían cada vez más fuertes.
Con pánico, Savannah envió un mensaje con el teléfono a su madre contándole lo que pasaba.
Y mientras escribía escuchó un sonido aterrador.
El hombre había derribado la puerta de una patada y estaba dentro de la casa. Savannah no se atrevía a llamar a la policía, temía que el hombre oyese su voz y supiera dónde estaban escondidas.
Pero no estaba preocupada por sí misma sino por su sobrina.
No me puedo ni imaginar el miedo que la madre de Savannah sintió, atrapatada en una cola de tráfico, sabiendo lo que estaba pasando en su casa.
Mientras tanto Savannah pudo oír cómo el extraño entraba a la habitación de su madre, y la chica sólo esperaba que no entrase en el baño donde se escondía con su sobrina.
– En ese momento no sé lo que sentía, sólo sabía que no quería que nos encontrase, cuenta Savannah.
Mientras tanto, la chica continuaba enviando mensajes a su madre. La madre llamó entonces a la policía y a un vecino, pero cuando el vecino llegó a la casa el intruso ya se había marchado.
Yesenia, hermana de Savannah y madre de la pequeña Zoyee, dice entre lágrimas que su hermana es una heroína.
La joven Savannah no se atrevió a salir hasta que oyó a la policía llegar.
El sospechoso aún no ha sido localizado, y la familia dice que no saben si el hombre robó algo, que lo único importante es que las niñas estaban bien.
Sin duda, eso es lo importante, que las niñas estaban bien. Y es maravillos ver que Savannah supo tomar una decisión tan inteligente al llevarse a su sobrinita al lugar más seguro. ¡Muchos ‘me gusta’ para esta valiente!
