Un error de contabilidad de 12,49 dólares americanos (unos 10 euros). Eso fue lo que llevó a los hijos de Lisa a quedarse sin su bandeja de comida habitual. Y en lugar de esa comida les diero dieron lo que Lisa llama «comida de prisión».
El bocadillo de queso que les dieron no sólo estaba reseco y sin sabor, sino que además hizo que los demás niños se burlasen de los hijos de Lisa.
La escuela no había informado a la madre sobre la factura sin pagar, y decidieron actuar por su cuenta. Y esto sin pensar en lo que puede suponer algo así para un niño.
Según la escuela, actuaron de la forma establecida en las normas y no ven nada erróneo en ello.
No puedo entender cómo se puede hacer algo así a unos niños. Especialmente cuando se trata de una factura impagada de una pequeña cantidad.
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