Seis meses después descubrieron la indeseable verdad en un hospital de Manchester (Reino Unido).
Los médicos le dieron un aterrador diagnóstico: Les tenía la enfermedad de Parkinson.
Joy y Les comenzaron rápidamente a reunirse con grupos de personas que tenían la misma enfermedad, y así fue como Joy se dio cuenta de que todos desprendían el mismo extraño olor.
”Lo sentía por todas partes, en toda la habitación”, cuenta Joy.
Los científicos dudaban de si Joy realmente tenía ese don especial de ser capaz de oler la enfermedad. Ya se sabía que hay perros y gatos que podían hacerlo, pero nunca habían oído hablar de que también las personas pudiesen detectar enfermedades graves a través del olfato.
Después de un tiempo, decidieron hacer un experimento con Joy, y la mujer lo hizo muy bien.
Los científicos creen ahora que la enfermedad de Parkinson puede resultar de un cambio sutil de fluidos en la piel.
Gracias a Joy, hay un equipo trabajando ahora para desarrollar una nueva prueba para poder hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad.
Por desgracia Joy tuvo que decir adiós a su marido el 15 de mayo DE 2015, pero su descubrimiento podrá ayudar a muchas personas a tener un diagnóstico temprano.
Aún no existe una cura para el Parkinson pero esperemos que los avances médicos puedan encontrarla en un futuro cercano. Y es muy bueno que poco a poco, e incluso con la aportación de cuidadanos como esta mujer, se pueda avanzar. Todos podemos poner nuestro granito de arena y muchas veces de la manera más inesperada. ¡Un gran ‘me gusta’ para Joy!
