La tía de Carl Sabatino tenía un gran secreto guardado. Y antes de morir, quiso compartir este secreto con su sobrino para que, de esta manera, no se perdiera con su muerte. Esta anciana tenía guardado algo muy importante en su vieja máquina de escribir.
La máquina de coser, marca Singer, tenía una mesita acoplada. Carl lentamente la dio la vuelta y entonces descubrió un cuadro en su interior.
Parece ser que el tío de Carl había comprado el cuadro en Londres hace muchos años y el precio de compra en su día fue de apenas 30 dólares. – pero el cuadro valía bastante más. La tía, que había intuido el valor del cuadro, lo guardó en un sitio seguro. ¿Y qué mejor que en su vieja máquina de coser?
El cuadro era obra del famoso pintor Pablo Picasso, y su valor se calcula entre los 25 a 35 millones de dólares. La razón de este elevado precio se debe al hallazgo de dos huellas digitales que se encuentran en el cuadro y que tras ser estudiadas, se demostró que pertenecen al propio pintor.
Ya existe un cuadro de Picasso con el mismo motivo en el museo de Cleveland. Según los expertos, Pablo Picasso quería probar diferentes técnicas de pintura y por ello pintó dos cuadros idénticos.
Entendemos porque Carl se quedó impresionado cuando encontró el cuadro. No era de extrañar que su tía hubiera escondido el cuadro en sitio seguro.
Aquí podeis ver un reportaje sobre este increíble hallazgo
¡Qué increíble historia! ¿Cómo reaccionarías si te encontraras un cuadro original de Picasso entre las pertenencias de tus antepasados? Comparte el artículo y cuéntanos tu reacción.