Cuando Allison Kimmey tenía sólo 14 años empezó a hacer dieta. Ella fue capaz de mantener una talla pequeña en la universidad, pero era difícil y no estaba contenta. Entonces, hace tres años, a los 27 años, Allison subió de talla y se dio cuenta de que era mucho más feliz si se permitía dejar de luchar contra su aumento de peso.
Para motivarse a sí misma, Allison comenzó una cuenta en Instagram, @allisonkimmey, donde comparte fotos e inspira positividad. Allison motiva a sus fans y envía un mensaje que llega a todos.
Recientemente, Allison fue a la piscina con su hijo e hija. Cuando llegó el momento de ir, la hija de Allison se enfadó y la llamó gorda. Allison describe el incidente en Instagram:
Yo: «¿Qué has dicho de mí?»
Ella: «Dije que eres gorda, mamá lo siento.».
Yo: «Vamos a hablar de ello. La verdad es que no soy gorda. Nadie es gordo. No es algo que se puedas SER, pero tengo GRASA. Todos tenemos grasa. Protege los músculos y los huesos y nos proporciona energía. ¿Tienes grasa?
Ella: «¡Sí tengo algo aquí en mi barriga.»
Yo: «!Eso es correcto. Yo también y también tu hermano!»
Su hermano: «No tengo nada de grasa, soy el más flaco. Sólo tengo músculos…»
Yo: «En realidad, todo el mundo, cada persona en el mundo tiene grasa, pero cada uno de nosotros tiene diferentes cantidades.».
Su hermano: «!Oh cierto! Tengo algo para proteger mis músculos grandes, pero tú tienes más que yo!».
Yo: «Sí, eso es cierto. Algunas personas tienen mucha y otras no tienen tanta, pero eso no quiere decir que una persona sea mejor que el otra ¿Me entienden los dos?»
Ambos: «Sí, mamá».
Yo: «¿Pueden repetir lo que dije?»
Ellos: «!Sí. No deberíamos decir que alguien es gordo, porque no puedes ser gordo. Todos tienen grasa, solo que distinta cantidad».